México tiene una superficie agrícola de 9.9 millones de hectáreas, que representa alrededor de 45 por ciento del total, que no cuenta con algún esquema de aseguramiento contra riesgos catastróficos por desastres naturales.
Raúl González, responsable comercial de la división agropecuaria de Swiss Re Corporate Solutions, dijo que la superficie que se siembra en el País abarca 22.1 millones de hectáreas con más de 130 cultivos, de las cuales se cosechan 20.7 millones de hectáreas.
Si se considera que las dos grandes líneas de aseguramiento en el sector agropecuario son la línea comercial y la línea catastrófica, en donde la primera atiende una superficie de 2.2 millones de hectáreas y la segunda 10 millones, se tiene que sólo 12.2 millones de hectáreas están aseguradas, expuso el especialista.
“Hay por lo menos 9 millones de hectárea que hoy no se están asegurando. “Eso no significa que todo sea asegurable, por supuesto habrá que considerar también qué cultivos componen esas 9 millones de hectáreas, cuáles son las regiones, cuáles son los principales riesgos”, especificó.
Durante la realización de la mesa de análisis “El impacto de los desastres naturales y sus consecuencias en el campo”, el directivo señaló que las heladas y sequías son los eventos que más impactan a la agricultura y la ganadería con fuertes pérdidas económicas en periodos que pueden tomar meses o hasta años.
Por ello, la mejor forma que tienen los productores para proteger sus cultivos contra fenómenos climatológicos —que representan 88 por ciento de los riesgos— es contar con un esquema de aseguramiento que les permita no alterar su viabilidad financiera. (Reforma).