Si México pierde terreno en la exportación de tomate rojo, tras una posible terminación del Acuerdo de Suspensión con Estados Unidos, podría tener un descalabro que lo regresaría a una condición de déficit en el comercio exterior agroalimentario.
Eduardo Pérez Haro, profesor investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, refirió que este “golpe” comercial traería implicaciones de orden macroeconómico, porque significaría disminuir la disponibilidad de divisas para el financiamiento del desarrollo nacional.
Incluso, añadió, podría impactar en la capacidad para hacer frente a los compromisos de pago en el servicio de la deuda, además de las afectaciones directas a los productores mexicanos de tomate.
“Estamos hablando eventualmente de una disminución que podría significar una tercera o hasta cuarta parte de las exportaciones de jitomate; cerca de 2 mil millones de dólares están en el comercio de jitomate, y perder 400 o 600 millones de dólares es un descalabro muy fuerte al sector productor”, expuso.
La amenaza de esta discusión es llevar a los productores mexicanos de tomate a una línea de aranceles, lo cual significaría inhibir las exportaciones para EU. En opinión del especialista, EU no está interesado en cancelar o perder el aprovisionamiento, pero sí puede tener la idea de frenar el crecimiento que ha registrado el tomate mexicano, que le representa más de 50 por ciento de sus importaciones en esta hortaliza. (Reforma)