Con la ausencia de Canadá, trascendió que México y Estados Unidos avanzaron en un acuerdo comercial que sacrifica la salud de la población y pone por encima del derecho a la salud, los intereses de las grandes corporaciones de alimentos y bebidas.
En un anexo del tratado comercial, promovido por esta industria con la complicidad de los gobiernos de Estados Unidos y México, se establece que ninguno de los países firmantes podrá establecer un etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas que permita a los consumidores tener información clara para realizar elecciones más saludables.
El 12 de marzo pasado la Alianza por la Salud Alimentaria advirtió la existencia de este anexo que fue presentado por el representante comercial de los Estados Unidos. El 20 de marzo de 2018, el New York Times se refirió a este anexo que establece que no debería haber ningún símbolo, forma o color que “denote de manera inapropiada que existe un daño por el consumo de comidas o bebidas no alcohólicas”.
La propuesta del anexo estaba soportada por la industria de alimentos y bebidas de los Estados Unidos a través de la Grocery Manufacturers Association. Por el lado mexicano, los negociadores apoyaban este anexo en acuerdo con la asociación similar de nuestro país, ConMéxico.
Al darse a conocer este documento, el representante de Canadá en las negociaciones se opuso públicamente a esta prohibición ya que su país está realizando una consulta para implementar un etiquetado frontal de advertencia.
La prohibición establecida en él impediría que se lleve a cabo la recomendación del establecimiento urgente de un etiquetado frontal de advertencia en México que recientemente formuló un grupo de más de 30 expertos en nutrición y salud pública, que incluye a los directores del Instituto Nacional de Salud Pública, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, así como decenas de miembros de la Academia Nacional de Medica y del Sistema Nacional de Investigadores.
Al respecto Yarishdy Mora, Coordinadora de la Coalición ContraPESO declaró: “Es necesario cambiar el sistema de etiquetado frontal (GDA- Guías Diarias de Alimentación) establecido en México por un sistema de información al consumidor con suficiente sustento científico y libre de conflicto de intereses comerciales, toda vez que el etiquetado vigente en la actualidad resulta incomprensible e incumple con la función para la que fue creado”. (Redacción)